EL SURGIMIENTO DE LA LIBERTAD... EL BARCO PIRATA

El Teatro-Carpa La Libertad empezó a construirse en el mes de Mayo de 2009, con la mano y la fuerza de los hombres, alimentadas por el alma de uno: Abraham Oceransky y el enorme apoyo y amor de Liliana Hernández. La Libertad nació  en la Ciudad de Xalapa, Veracruz, México.



Se estrenó con "El Libro de la Selva... Perdida" una adaptación del texto de Rudyard Kipling en el mes de Agosto de 2009. El elenco artístico actoral estuvo conformado por Liliana Hernández, Susana Saldaña, Roberta Del Prado, Rodrigo Carrillo Tripp, Alejandra Rodrigo,  Miguel Aguayo, Isabel Zepeda, David  Aguirre, Marimar Osuna; el equipo circense integrado por Pepe Malabartinez, Daniel Franco, Octavio Arroyo y Sandra Perea, y el  equipo músical experimental Canníbal integrado por Héctor Herrera, Oscar Ballesteros y Armando Croda (Chompis).

El equipo técnico y construcción estuvo conformado por: Jesús Morales, Norberto Morales y Víctor Manuel Lozada.

El equipo de Asistencia por Gabriela García, Norma Yolanda López (coreografía y danza jazz), Martha Mora (asistencia y danza árabe) y Edith Ortega (vestuario).



La Libertad surgió, y se mantiene, de un sueño, de una idea que va más allá del interés particular de una persona física. Hasta la fecha se ha mantenido así, como un espacio cultural-artístico abierto a los artistas de Xalapa y el Mundo entero. "... La Libertad es un teatro para dialogar, un espacio que está abierto a todos. Se abrió para eso, para provocar elementos artísticos, trabajar en campos poco explorados, traer grupos que tengan las ganas y un nivel que busque la excelencia" (Abraham Oceransky en entrevista con Omar Valdés, PERFORMANCE 101,  21 de octubre 2009).



La Libertad reconoce la importancia que tiene el arte y la cultura en el desarrollo social y humano. De allí viene el enorme valor y coraje de un trabajo que persiste, la búsqueda de la perfección y excelencia en la expresión y creación escénica, así como en el énfasis que se le da al intercambio cultural, a la formación continua de los artistas que integran, o se integran, al proyecto La Libertad. En la Libertad hemos tenido la fortuna de albergar maestros como Yumiko Yoshioka, Graciela López, Rafael Degar, visitas de maestros como Natsu Nakajima y Ko Murobushi, trabajar con grupos como Trasto Teatro.

 

La Libertad, barco pirata, isla en medio del mar de intranquilidad y confusión social, es un lugar de esperanza, de cambio, de aprendizaje.

 

En un momento histórico, cultural, político y económico por un lado difícil, pero por otro que esclarece los poderes naturales del ser humano. En un momento que ahora parece ser un estado social de relaciones y formas de pensamiento establecido,  la Libertad y el significado del artista se mantienen firmes. 



OV- En este nuevo proyecto tuyo hay una postura estética, pero también política. Me refiero a un artista que produce, que construye, que amplía la infraestructura cultural y dice "a mí no me van a limitar la opción de acceder a otro tipo de teatro".

AO-  El artista es un héroe. Me asumo de esa manera. No me importa que me tomen o no me tomen en cuenta: lo que yo busco es vencerme a mí mismo. Creo en las cosas que hago y sé que tengo una responsabilidad. Ignoro si esto sea político. Si necesito un teatro, ¿por qué no hacerlo? Si dicen: "Uy, se equivocó, hizo un teatro y no sirve", no importa. Lo hice. Si eso fuera política, yo sería muchos. En realidad, esto es una isla en medio de un océano de ruido. Tal vez el sistema, o la historia, o la comunidad, no están disponibles. O será que las instituciones no tienen dinero, o no quieren, o no se puede. Pero en mi tiempo, en mi vida personal, yo veo que soy capaz. No me puedo frenar porque los demás digan que no". (Abraham Oceransky en entrevista con Omar Valdés, PERFORMANCE 101,  21 de octubre 2009).

 

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